Ricardo Endeiza: “Tenemos bien alto la bandera del amor por San Luis y la vocación por la defensa de los que menos tienen”

-Daniel Miranda: su abuelo fue gobernador, su papá un hombre con una extensa trayectoria en la función pública ¿Cómo influye en usted?

-Ricardo Endeiza: mi abuelo fue gobernador constitucional hasta 1955, cuando lo derrocó la Revolución Libertadora y fue dos años preso político. Mi padre tuvo una trayectoria pública en el control del gasto público en el Tribunal de Cuentas de la provincia, toda una familia involucrada en la administración. En mí influye con una gran responsabilidad, mantener bien alto la bandera del amor por la provincia de San Luis que ellos tenían, y la vocación por la defensa de los que menos tienen y más necesitan.

-¿Cómo concibe la política en estos tiempos en los que se devaluó?

-Siempre tuve vinculación con la política, desde los tiempos en los que ingresé al centro de estudiantes de la Mixta, en 1984. También en la Universidad Nacional de Cuyo y luego intervine como funcionario público. Con toda razón la ciudadanía descree de la clase política porque muchos políticos nos hicieron vivir experiencias lamentables. Pero siempre voy a pensar que la democracia, que incluye a los que han de dirigir los destinos de los estados y los que dictan leyes, es el único mecanismo en el que podemos creer en una sociedad civilizada. Este legado que he recibido con mucho orgullo de mi familia es un desafío: el de aportar un pequeño grano de arena para que se vuelva a creer que hay gente que cumple con la palabra empeñada, estar cerca de la gente, no creérsela y mejorar la vida de los que están mal en un momento social tan grave como el que vive San Luis.

-El vicegobernador tiene entre sus funciones la de presidir el Senado, un órgano que está visto en estos tiempos como una institución inútil ¿Es un problema porque no funciona en sí misma o los legisladores no cumplen con su función? ¿Qué hay que hacer con el Senado?

-Tanto el Senado como la Legislatura en su conjunto tienen que ver en San Luis con una matriz en la que no existe la división de poderes, se ven como meras escribanías del Poder Ejecutivo. Venimos a cambiar eso, que vuelva la división de poderes, para que tengan la función que deben tener, que es la de controlar y dictar normas que beneficien a los ciudadanos y no sean solo un capricho del Ejecutivo. Lo que va a importar un gran cambio en el Senado es que ya no será monocolor. En algún momento tuvimos nueve senadores del oficialismo, ahora tenemos dos de la oposición, lo que ha permitido varios logros. A través de ellos, Sergio Guardia y Adolfo Castro Luna, se evitó el escándalo institucional que el vicegobernador se convirtiera en juez del Superior Tribunal de Justicia. Aspiro a un espacio que quiere llegar al Poder Ejecutivo, pero tenemos que estar dispuestos a que el Poder Legislativo ejerza su función de control.

-Cuando se comunicó que iba a ser vicegobernador en la fórmula con Claudio Poggi dijo que tenían “la inmensa tarea de poner de pie nuestra provincia” ¿Qué quiso decir con eso?

–Tenemos una provincia que por donde la veamos está de rodillas, con la gente desesperanzada. Hay una política perversa que se llevó adelante, un plan sistemático para bajar la calidad institucional, a través de no respetar la independencia de los poderes. Por otro lado vemos que la educación no es de calidad, se dejó de lado cualquier actividad del Estado tendiente a generar empleo privado, de favorecer la instalación de empresas. Todo se limita a tener planes sociales, que son mecanismos para someter a los ciudadanos. Somos el canal para cambiar todo esto. Yo soy abogado litigante, ejerzo la profesión, me tocó intervenir con causas importantes para hacer respetar los espacios opositores, defender su libertad política, cosas que hace un siglo no se debaten en el mundo. Es otro desafío que tenemos, el de tener un Poder Judicial independiente, con jueces que sean los más idóneos y no los más amigos. Hoy se designan jueces o fiscales y defensores adjuntos provisorios a dedo por ser amigos del gobernador o de su hijo.

-¿Qué necesita el Poder Judicial del poder político? ¿Un mensaje claro? ¿O también reformas profundas?

-La Justicia necesita que se genere un clima social en el cual no tenga presiones del Ejecutivo o de otro poder. Sabemos que hay interferencias del Ejecutivo en el Judicial, no debe permitirse. Es una de las garantías de la plena vigencia de todos los derechos que tenemos los ciudadanos de la provincia. También hay que establecer un mecanismo de selección para que estén los jueces más idóneos, y hay que apoyarlos porque hay muchos. Y los que no los sean deben ser removidos, pero a través de los mecanismos que establece la Constitución. No debemos venir a apretar gente como hace el Gobierno actual, todos deben tener la certeza que van a poder fallar con pleno apoyo del poder político, aunque no nos gusten sus sentencias.

-Hablemos de la morosidad de la Justicia. ¿Qué piensa sobre esto? Poggi habla en sus propuestas de una reforma para la Justicia.

-La mora judicial es uno de los grandes temas que plantean los ciudadanos. Lo veo como abogado, a veces se me cae la cara de vergüenza. Cientos de colegas tienen la misma crítica. Sea por falta de recurso humano o de compromiso, o porque hay jueces que no están a la altura. Sabemos que hay ciudadanos que requieren una respuesta inmediata y no la tienen. Muchas veces hay intereses patrimoniales en un juicio, pero en otras implica la vida de una persona. Demorar uno o dos días significa a veces que una persona termine muerta. Tenemos el caso de la desaparición de Guadalupe Belén Lucero. La Justicia actuó con mora, no tomó medidas en las primeras horas, como cerrar las fronteras. Eso implicó que estemos sin noticias a casi dos años de la desaparición.

-Más que reformas de los códigos o hay que dotar al Poder Judicial de otras herramientas…

-Se tienen que tener jueces y fiscales que entiendan la importancia, que no da lo mismo dictar una medida cautelar en un día, diez o un mes. Hay que estar comprometidos, no tomarlo como un trabajo de oficina. Tienen el honor de dictar Justicia.

-¿Y en cuanto a recrear la seguridad jurídica?

-Es fundamental, somos todos iguales ante la ley. Hoy no pasa, hay amigos de…, hijos de…Si vamos a promover un juicio laboral de un trabajador ante una empresa o un amigo del poder, sabemos cómo termina hoy. Eso es inseguridad jurídica. Hay que tener normas previsibles y no según la cara del cliente o el amigo. Si no hay seguridad jurídica desalentamos cualquier tipo de inversión que genere puestos de trabajo.

-¿Cómo le resultó la experiencia que desarrolló por el interior?

-Conozco la provincia, la recorrí varias veces. Pero en este rol de candidato, viendo ciudadanos que comparten el espacio político, o simples vecinos que nos hacen llegar su apoyo a través de una ventana o en una plaza, realmente creo que estas visitas que hemos hecho a casi 40 municipios resultaron enriquecedoras y reveladoras de cuáles son las necesidades. Volvimos llenos de ideas luego de conocer gente muy valiosa y comprometida con su localidad, dispuesta a cambiar la realidad.

-Formó parte junto a otros candidatos en una jornada de participación democrática organizada por alumnos de la secundaria. Allí le dijo a los chicos que voten con alegría…

-A mí me tocó iniciar el secundario en plena restauración democrática, pasé por los alzamientos militares, todavía estaba fresca en la memoria la dictadura. Les decía a los chicos que lo que se discutía en aquellos años eran los derechos humanos de primera generación, el derecho a la vida, a la libertad. Ahora discutimos los de segunda generación, la educación, el trabajo. Con todos los defectos y crisis, la democracia siguió adelante en el marco de la institucionalidad. Les decía a chicos del último año de la secundaria que van a votar por primera vez que lo hagan con alegría, que muchas generaciones no pudieron hacerlo. Que voten por sus sueños.

Video: Víctor Albornoz – Edición: Juan Ledesma – Fotos: Marcos Verdullo